Como dije el otro día, esta semana me ha dado por los
brownies, empecé por los trucos sobre
cómo hacer brownies y una receta trampa de
brownies de oreo. Pues bien, hoy vamos con una receta muy muy bestia, de verdad, muy mucho:
galletas de brownie. Ya sabéis que yo no suelo comer todo lo que preparo, lo pruebo, eso sí, me chifla, pero me contengo lo que puedo. Pero con estas
brownie cookies (como dirían en inglés), me ha resultado imposible.
Mientras hacía la masa, toma lametazo, recién sacaditas del horno ¡auch que me quemo! mientras hacía las fotos, me chachis que ya no tengo tres galletas (no sé si sabéis que una de las teorías en fotografía es que si hay 3 elementos para fotografíar siempre quedan más bonitos que dos o cuatro); mientras editaba las fotos, sí sí, han caído dos más... total, que me he jurado no volver a hacerlas nunca más, jeje.
A lo que vamos, estas galletas son muy bestias de buenas que están, cumplen todos los requisitos de un brownie pero no dejan de ser unas galletas, en realidad son más brownies que galletas pero la pinta a galleta la tienen. Por eso las he llamado galletas acomplejadas.
Esta semana he tenido el placer de asistir a la feria de Alimentaria 2014, hacía unos cuatro años que no iba y la verdad que tenía muchísimas ganas de volver, ¡a quién no le gusta degustar los mejores quesos, vinos, jamoncito y aceitunas de nuestro país! Además, tuve la suerte de ir invitada por
Sabor a Málaga, cuya embajadora fue
Lola del blog Loleta, a quien ya tenía muchísimo cariño antes de conocerla pues había hablado con ella gracias a nuestras colaboraciones con
BRA. Lo cierto es que le tengo un cariño especial a Málaga, no sé si sabéis que yo estudié Dirección Hotelera en Marbella (vale, sé que se considera algo aparte de Málaga) pero es que pasé 3 años de mi juventud allí y muchos días los pasé en Málaga, no os engañaré, gran parte del tiempo lo pasé de juerga pero oye, ¡viva Málaga y su gente y su comida! Muchos de los chefs de la universidad eran malagueños, de hecho mi famosa tortilla de patatas me la enseñó a hacer una señora malagueña, algún día os enseño sus trucos ;-).
La principal ventaja que tienen los mangos producidos en España con respecto a los importados es el tiempo que transcurre desde la recolección hasta que llega al consumidor. Los producidos en España sólo pasan unos días en cámaras frigoríficas hasta que llega al consumidor, sin embargo los mangos procedentes de Sudamérica o India pueden pasar semanas.
Así que ya sabéis, siempre que encontréis mangos de Málaga o de África o Sud América, no lo dudéis ni un instante, aparte de estar fomentando el negocio en nuestro país, estaréis comiendo mangos que han madurado en el árbol, algo que resulta infinitamente más sabroso y saludable.
Bueno y el ingrediente indispensable para mi receta de hoy: el dulce de leche. Nos regalaron un bote de dulce de leche artesanal hecho en España con la receta tradicional argentina:
dulce de leche La Gran Abuela, ¡OMG qué bueno está! mi hijo y yo le hincamos el dedo antes de meterlo en la receta, Lucas no paraba de decir: ¡quiero más mami, otra más pó favó!
Vale, ya dejo de enrollarme, que sé que estáis esperando la receta como agua de mayo, así que allá voy:
Receta de galletas de brownie rellenas de frosting de dulce de leche malagueño
Ingredientes para 12 galletas
350 g de chocolate negro picado con un cuhillo (no mucho)
40 g de mantequilla
2 huevos
150 g (2/3 de taza) de azúcar extrafino (caster sugar, yo lo muelo 10 segundos en la thermomix o molinillo)
1 cucharadita de extracto de vainilla
35 g (/1/4 de taza) de harina de todo uso (tamizada)
1/4 de cucharadita de levadura química en polvo tipo Royal (tamizado junto con la harina)
Frosting de dulce de leche malagueño
100 g de mantequilla reblandecida
100 g de azúcar glas
200 g de queso crema tipo Philadelphia
Paso 1
Precalentamos el horno a 180ºC (350ºF). Ponemos 200 g del chocolate junto con la mantequilla en una sartén pequeña antiadherente a fuego bajo y removemos bien hasta que se hayan deshecho. Reservamos fuera del fuego.
Paso 2
Ponemos los huevos, azúcar y vainilla en el bol de nuestro robot de cocina o en un bol que utilicemos para batir (en caso de no tener robot de cocina). Batimos con las varillas eléctricas (a mano también se puede, pero os aviso, debéis estar entrenados), durante unos 15 minutos a velocidad alta. Sí sí, 15 minutos, como habéis oído, se montarán los huevos ligeramente, ya veréis que irán adquiriendo una textura esponjosa (para nada parecido a las claras montadas), también blanquearán bastante y pasarán del color amarillo huevo a un color crema pálido.
Paso 3
Paramos de batir y con la ayuda de una espátula añadimos la harina y levadura (tamizados previamente) y la mezcla del chocolate y mantequilla (empezamos añadiendo una cucharada, removemos bien y añadimos el resto). Agregamos el resto del chocolate. Dejamos reposar 10 minutos.
Paso 4
En nuestra bandeja de horno pondremos papel de hornear o un tapete de silicona. Pondremos bolas de la masa (la medida debe ser de una cucharada bien llena, nada de cucharadas rasas). Las ponemos tal cual sobre el papel o tapete dejando espacio entre cada galletas, yo hice 3 tandas de horneadas para asegurarme que no se pegarían las unas a las otros una vez expandidas en el horno.
Paso 5
Horneamos durante 8-10 minutos o hasta que haya "explotado" y se hayan "roto" (si veis en mis fotos las galletas tienen como grietas, pues eso. Dejamos que se enfríen en la misma bandeja.
Frosting de dulce de leche malagueño
Batimos la mantequilla con las varillas (o en la thermomix con la mariposa) durante 1 minuto o hasta que esté muy blanda, en la thermomix podéis poner la opción de calentar a 37ºC durante este minuto, no os asustéis si se os derrite un poco, eso es bueno! Añadimos el azúcar glas y seguimos batiendo (esta vez sin temperatura en la thermomix) durante unos 3 minutos más. Añadimos el queso (recién sacado de la nevera) y batimos unos 30 segundos más o hasta que se haya mezclado bien. Agregamos las cucharadas de dulce que queramos, ¡no hay máximo!
Rellenamos las galletas y... ¡ya me decís qué os han parecido! ¡yo me voy a zampar otra ya mismo!
Receta adaptada de las galletas de brownie de Donna Hay (la receta original lleva frosting de mantequilla de cacahuete).