Todavía recuerdo el primer Bloody Mary que probé, hará unos quince años cuando estudiaba Dirección Hotelera, fue en clase de Bar Management y aprendimos a preparar este maravilloso cóctel hecho a base de vodka y zumo de tomate aderezado con varios condimentos. Desde entonces, me convertí en una fan incondicional de este cóctel, ha sido y creo que será uno de mis favoritos.
No solo porque me encanta como sabe sino porque me encanta prepararlo. Cuando estuve haciendo prácticas en la barra del bar Semon Nou, tenía varios clientes, señores de negocios de la zona, que venían sólo para que yo les preparara mi famoso Bloody Mary, no es que me las dé de gran barman (todo lo contrario) pero reconozco que este coctel en concreto lo bordo.