Una de las elaboraciones que más pánico nos da hacer en casa suele ser el pan. Preparar masa madre, alimentarla a diario, los tiempos de reposo, amasar…
Durante el confinamiento hice
muchísimo pan, tenía tiempo, motivación y mucha mucha harina (creo que
compré harina para un regimiento entero). Pero desde entonces, no había
vuelto a hacer pan en casa.
Hasta que descubrí los premixes de The Rustick Bakery.
De hecho estoy preparando pan un par de días a la semana y casi siempre
con mis hijos. Creo que es una actividad súper placentera para ellos
además de didáctica.
Aprenden a esperar, a amasar, a sentir... Es un momento precioso en el que pasamos rato los tres juntos y disfrutamos muchísimo.